domingo, 20 de octubre de 2019

Planeta rojo

Marte es , hoy en día , considerado un planeta árido y carente de vida .
Pero esto no siempre fue así . Hace tiempo tanto científicos como escritores
consideraban que Marte y otros planetas debían estar habitados.
Marte y los marcianos eran uno de esos temas básicos de la ciencia ficción .
Antes de que los escritores imaginaran naves capases de surcar los abismos inter
estelares los extraterrestres eran marcianos ( generalmente hombrecitos verdes ) y
los invasores alienígenas venían de Marte .
Resulta curioso ( casi divertido ) leer esos viejos relatos donde Marte estaba
poblado por una raza de guerreros y Venus por bellas amazonas .
Mucho más curioso resulta comprobar la visión que tenían del asunto los científicos
de tiempos pasados sobre los otros planetas del sistema solar .
Tomemos por ejemplo a Venus . Era un gran pantano . Dada su abundante capa de
nubes , supuesta mente de vapor de agua , Venus debía ser muy lluvioso , por lo tanto Venus debía ser un pantano .
Ahora sabemos que las nubes de Venus están cargadas de ácido sulfúrico .
La sola exposición a la lluvia de Venus bastaría para matar a cualquier infortunado viajero procedente de la tierra . La presión , el calor abrasador ,y la lluvia de ácido son una combinación letal que acabo sin problemas con las primeras naves rusas que visitaron el lugar .
Pero ..¿ y Marte ? , Marte se creía habitado por una civilización que decaía a medida que el planeta se secaba cada vez mas .
Los famosos canales de Marte eran un intento desesperado y heroico para traer agua de los polos a las regiones habitadas .
Por desgracia las bajísimas presiones y las temperaturas congelantes hacen que sea imposible la existencia de agua líquida en Marte por lo que construir canales seria un ejercicio inútil .
Las cosas suelen no ser como las imaginamos por eso los alienígenas se mudaron a las estrellas , Ya Nadie nos invade de Marte .
Ahora es nuestro turno de invadir Marte , pero sin importar lo que se encuentre en el planeta rojo no será igual ni tan encantador como el Marte descrito en libros como las crónicas marcianas

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